El nuevo Gigabyte Aorus Master 16 llega con una promesa ambiciosa: ofrecer un rendimiento de élite con una GPU móvil Nvidia GeForce RTX 5080, una pantalla OLED de 240 Hz y un procesador Intel Core Ultra 9 275HX.
En el papel, todo apunta a una bestia del gaming. Aunque una vez en manos del usuario, surgen ciertos detalles que desentonan con su precio elevado, comenzando por un diseño que no transmite la sensación premium que debería.
El Aorus Master 16 tiene un aspecto llamativo, con muchas luces RGB y detalles «gamer», pero la sensación en mano decepciona.
La tapa, por ejemplo, incorpora un material lenticular que revela un patrón ondulado bajo el logo de Aorus iluminado, pero se siente barato, más cercano a un juguete que a un producto de 3.500 euros.
Una construcción más sólida, al menos en aluminio para la cubierta, habría elevado mucho la experiencia.
El teclado está retroiluminado con RGB y tiene algunas teclas translúcidas para acentuar el estilo. El touchpad es amplio, aunque no cuenta con retroalimentación háptica, algo que se agradecería en esta gama.
En lo que realmente importa, el rendimiento, el Aorus Master 16 entrega resultados sólidos. En títulos exigentes como Alan Wake 2, el portátil ofreció entre 90 y 133 FPS en configuraciones altas con DLSS y Frame Generation activados.
Sin esta tecnología, el rendimiento caía drásticamente, por lo que es indispensable para jugar con calidad gráfica elevada.
En pruebas sintéticas y benchmarks, la Aorus Master 16 destacó especialmente a 1080p:
Sin embargo, a resoluciones más altas, el RTX 5090 del Blade 16 logró superarlo, especialmente en juegos como Cyberpunk 2077, donde el Aorus alcanzó 38 FPS frente a los 43 del Blade.
Curiosamente, Red Dead Redemption 2 ni siquiera pudo ejecutarse a 1080p, lo cual apunta a posibles fallos en los drivers de Nvidia para la serie 50 móvil.
La pantalla OLED es uno de los puntos fuertes del equipo. Con una luminancia de 377 nits, supera a sus competidores directos en brillo.
Aunque en cuanto a reproducción de color, queda por debajo del Blade 16. La cobertura de color se sitúa en:
Es una buena pantalla, especialmente para gaming, pero no la mejor si buscas fidelidad cromática profesional.
El teclado tiene buena respuesta gracias a sus interruptores de tijera, pero los keycaps podrían ser más grandes considerando el espacio disponible.
El touchpad, amplio y funcional, se ve opacado por la falta de vibración háptica.
En el apartado sonoro, los altavoces rinden mejor en videojuegos que en música. El sonido es claro y bien balanceado para diálogos y efectos, aunque la falta de graves se nota en canciones más ricas en frecuencia.
Con 5 horas y 2 minutos de autonomía en pruebas de navegación y uso mixto a 150 nits, el Aorus Master 16 mejora sobre la generación pasada, aunque queda por detrás del Blade 16, que con CPU de menor consumo logró superar las 7 horas.
Durante sesiones intensivas, la temperatura en el teclado alcanzó los 92°F (33°C) y el punto más caliente en la parte inferior fue de 108°F (42°C).
Nada alarmante para un portátil de esta categoría. El uso de plástico podría haber ayudado a mantener estas temperaturas sin quemar al usuario.
Abrir el equipo requiere retirar 12 tornillos de tres tamaños distintos. Al remover la tapa, se debe tener cuidado con un cable tipo cinta que controla la iluminación RGB y que está adherido de forma algo improvisada a la batería.
Afortunadamente, el SSD, la RAM y la batería son accesibles y actualizables. No se pudo verificar si el módulo Wi-Fi es reemplazable.
Gigabyte incluye solo dos aplicaciones: Gigabyte Speed, que prioriza tráfico de red para juegos, y GiMate, una especie de centro de control con un asistente «AI».
Este último permite cambiar de perfil de uso (modo gaming, reuniones, etc.) mediante comandos escritos, pero en la práctica es más rápido hacerlo manualmente.
La función de chatbot es bastante superficial y no ofrece recomendaciones reales de configuración de juegos.
El Gigabyte Aorus Master 16 ofrece un rendimiento formidable gracias a su combinación de CPU y GPU de última generación. Es, sin duda, un portátil de alto rendimiento que no decepcionará en juegos exigentes.
Aunque por más de 3.000 euros, el diseño y la experiencia general deberían estar a la altura.
El uso excesivo de plástico, una IA poco útil y algunos problemas de drivers empañan lo que podría haber sido un producto redondo.
Puntos a favor:
Puntos en contra:
Si eres un amante de los videojuegos, estás de suerte. Hasta el 20 de noviembre…
La computación cuántica acaba de dar un salto gigante. John M. Martinis, recién galardonado con…
La biografía más vendida del cofundador de Apple, Steve Jobs; escrita por uno de los…
Hubo un tiempo en el que la “seguridad en el hogar” significaba confiar en un…
Elon Musk vuelve a romper todos los esquemas. Los accionistas de Tesla acaban de aprobar…
Los fans de Grand Theft Auto tendrán que esperar un poco más para volver a…