OpenAI ha dado un paso decisivo hacia la ciencia del futuro.
La compañía anunció oficialmente la creación de su división OpenAI for Science, un ambicioso programa que busca convertir la inteligencia artificial en el nuevo instrumento esencial del descubrimiento científico.
El movimiento llega acompañado de una figura destacada: Alex Lupsasca, físico teórico especializado en agujeros negros y profesor de la Universidad de Vanderbilt, quien se une a OpenAI como primer investigador académico del proyecto.
Su contratación, efectiva desde el 16 de octubre de 2025, simboliza la determinación de la empresa dirigida por Sam Altman de posicionar a la IA no solo como una herramienta de productividad o comunicación, sino como un motor genuino de avances científicos.
Del horizonte de sucesos a los laboratorios de IA
Lupsasca es reconocido mundialmente por sus investigaciones sobre los entornos extremos de los agujeros negros, sus propiedades ópticas y la estructura de sus sombras. Pero lo más fascinante de su incorporación no es su currículo, sino su cambio de perspectiva.
En sus primeras declaraciones tras unirse a OpenAI, confesó que su encuentro con GPT-5 Pro cambió radicalmente su visión sobre el potencial científico de la inteligencia artificial:
“GPT-5 Pro cambió completamente mi opinión. Resolví junto a él problemas de astrofísica que normalmente tomarían días a mis estudiantes de posgrado, en apenas 30 minutos.”
En un experimento concreto, GPT-5 Pro logró redescubrir las simetrías fundamentales del propio trabajo de Lupsasca en agujeros negros, un logro que el investigador calificó como “profundamente revelador”.
“Solía creer que pasarían décadas antes de que la IA pudiera contribuir en la frontera de la investigación científica. Ya no pienso eso.”, Alex Lupsasca
La IA que hace ciencia y no solamente explica
El vicepresidente de OpenAI, Kevin Weil, quien lidera la nueva división, explicó que GPT-5 ya es capaz de realizar investigación científica limitada pero novedosa en áreas como matemáticas avanzadas, física cuántica y biología computacional.
Durante la presentación, Weil lanzó una frase que ha resonado en la comunidad científica: “El modelo de IA que estás usando hoy es el peor modelo de IA que usarás durante el resto de tu vida.”
La visión detrás de OpenAI for Science es convertir los modelos de lenguaje en asistentes cognitivos capaces de formular hipótesis, diseñar experimentos y analizar resultados.
En otras palabras, una IA que coopera en el proceso del descubrimiento en lugar de simplemente procesar información existente.
IA resolviendo física compleja en minutos
Los primeros resultados son impresionantes. Según Lupsasca, GPT-5 Pro ha mostrado una capacidad sin precedentes para resolver ecuaciones diferenciales, identificar simetrías ocultas y proponer aproximaciones analíticas que tradicionalmente requerían días o semanas de trabajo humano.
El modelo no solo acelera el cálculo, sino que propone intuiciones físicas nuevas, sirviendo como un colaborador científico más que como una herramienta pasiva. Esto posiciona a GPT-5 en una nueva categoría de inteligencia: la inteligencia investigadora.
Una jugada directa frente a Google DeepMind
La entrada de OpenAI en el terreno científico ocurre en un momento de creciente rivalidad con Google DeepMind, líder actual en IA aplicada a la ciencia.
DeepMind revolucionó la biología con AlphaFold, el sistema que predice estructuras de proteínas con precisión atómica, y recientemente anunció avances en investigación de fusión nuclear.
OpenAI, en cambio, está apostando por una plataforma de propósito general, capaz de servir como base para el descubrimiento en múltiples disciplinas, desde la física hasta la química computacional o la ingeniería genética.
Ambas compañías han convertido 2025 en un año de competición intensa:
- OpenAI obtuvo oro en la Olimpiada Internacional de Matemáticas y segundo lugar en AtCoder, la prestigiosa competición de programación.
- DeepMind mantuvo liderazgo en simulaciones moleculares y modelado energético.
Más allá de los trofeos, la verdadera disputa gira en torno a una pregunta trascendental: ¿Debe la IA especializarse en resolver problemas concretos… o convertirse en un nuevo tipo de científico universal?
La visión de OpenAI for Science: el nuevo renacimiento cognitivo
Con la llegada de Alex Lupsasca y el lanzamiento oficial de OpenAI for Science, la compañía marca el inicio de una nueva era científica impulsada por GPT-5.
El objetivo no es reemplazar a los investigadores, sino expandir los límites del pensamiento humano, acelerando la velocidad del descubrimiento.
OpenAI imagina un futuro donde los laboratorios del mundo trabajen con IA que comprendan ecuaciones, formulen teorías y propongan experimentos, inaugurando lo que algunos ya llaman el “renacimiento cognitivo”: una época donde la inteligencia (humana y artificial) colabora para reinventar la ciencia.
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